Pero lo más misterioso de todo es el horario de la lluvia. Parece que no solo los humanos tenemos horarios que cumplir, aquí todo y todos trabajan… ¡y ojo! Respetando los turnos al pie de la letra. A veces creo que las nubes están vigilándome, y en cuanto ficho la salida del trabajo, activan el modo "tormenta", diciéndome:
👉 "Te vas a cagar y a quedar en tu loft... Eso de correr que tú decías que querías intentar… vamos a dejarlo para otro momento, listilla."
Y yo, tranquilamente, respondería:
👀 "No hay problema, jefes. Podemos dejarlo para más adelante, pero una cosa…"
Pero ehhh, muy deportista, eso sí. No falta a sus sesiones diarias espirituales y de empoderamiento y, como cada día, confiado, decidió salir a correr. Estoy segura de que ha salido todos estos días en algún clarillo que ha visto despejado, pero también te digo que la tregua ha sido poquita…
Digo que este karma existe porque lo vi volver al edificio "corriendo", literalmente empapado, sacudiéndose el agua de su cabeza sin pelo.
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Imagen extraída de: unsplash |
Y es que, hasta hoy, mucha inteligencia artificial, mucho avance tecnológico… pero todavía no somos anfibios.
Lo positivo de todo esto es que, al menos, ahora sabemos quiénes son los verdaderos runners, los que realmente luchan por la verdadera causa.
Si seguimos así (y la previsión dice que así será…), tendremos que salir en neopreno, con gorro y botas de agua, que, aunque creo que ya no están tan de moda, habrá que desempolvarlas.
🙏 Guardemos un minuto de silencio por todas esas almas valientes que, en este mismo instante, tienen uno o dos tendederos repletos de ropa… y que no seca. Fuerza, compañeros. Sigamos rezando a los dioses (o a la secadora).
🤔 Y tú, ¿ya estás harto de la lluvia o sigues con tus planes igualmente? 🌧️
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