A mis 37 años, aún sigo en la búsqueda de un hobby que ocupe parte de mi día. Aunque no soy fan del deporte, porque somos como el agua y el aceite, siento que los beneficios que me puede aportar son mucho más necesarios ahora, ¡porque son 37 tacos! Así que, ¿por qué no? ¡He decidido ser runner! Bueno, más bien, he decidido intentar ser runner… Y curiosamente, no sé qué ha pasado en los últimos meses, pero de repente el running se ha puesto muy de moda. ¡Hasta parece que todo el mundo está corriendo!
Lo mejor de todo es que te pones la ropa de runner y, cuando sales, ¡te lo crees! Es como una especie de superpoder momentáneo. Si alguna vez compraste algo en Aliexpress con una gran expectativa, sabes de lo que hablo: la famosa "expectativa vs. realidad" en todo su esplendor.
Empecé con el método CACO: Camino y Corro. Así he estado dos días a la semana durante tres semanas, lo que da un total de 6 días (sí, aún me cuesta contar, no soy perfecta). Y luego, el jueves, decidí hacer esos 3 KA-E-ME, como se dice ahora, es decir, 3 km, ¡al menos cuando te haces runner! Y gracias a los dioses del Olimpo, que me otorgaron la energía de un Hércules moderno, logré completar la hazaña. Bueno, más o menos. No fueron 3 km exactos, no me preguntes por qué, pero en la app me apareció como 2.78 km. Lo importante es que llegué, ¡aunque casi me da algo! Pero terminé... más roja que "Furia" de Inside Out, ¡pero llegué a casa! 💥
Lo cierto es que hoy es lunes, y es hora de volver a intentarlo, aunque tengo que admitirlo: la emoción de salir a correr se ha esfumado un poquito... ¡pero ahí vamos, de todas maneras! Porque la cuestión es seguir intentándolo, ¿verdad?
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