Hay días en los que una solo quiere ir mona. No para una alfombra roja, tampoco para un shooting de moda. Solo mona. Un evento, una comida… algo que requiere mínimo esfuerzo pero máximo impacto. Y claro… ahí empieza el drama (como iréis viendo, me encanta esta palabra: DRAMA).
![]() |
Imagen de Branislav Rodman en Unplash |
El Caos Textil y la Búsqueda del Outfit Perfecto
Abres el armario. Miras. No ves nada. O lo que ves no te convence. Prendas colgadas como caen, mezcladas sin piedad: una manga corta al lado de un abrigo de pelo, colores que chillan entre ellos, ropa de verano abrazando la de invierno. ¡Porque esto es un tiempo de locos! Lo mismo estás en tirantes y, dos horas después, te pones el abrigo. Eso tampoco ayuda.
Al menos, si lo tuviera ordenado por colores... Que por cierto, a veces creo que tengo sangre Adams, porque medio armario es negro. En fin, un caos textil en primavera.
Pinterest: La Salvadora para el Estilo (y el Bucle Sin Fin)
Y ahí estás tú, queriendo ir guapa, arreglada, con ese puntito de “me lo he currado pero no me he roto la cabeza”. Y es entonces cuando entra en juego la salvadora de todas: Pinterest.
Yo no sé vosotras, pero yo solo la uso para tres cosas: outfits, decoración y manualidades. Es mi triada sagrada. Abro y me pongo a buscar ideas:
"Look con pantalón blanco de pinzas y botines"
"Falda de satén con zapatos planos"
Pero oh, amiga, aquí empieza el verdadero bucle. Pinchas una imagen, y aparecen más. Pinchas una similar, y más. Y más. Como una muñeca rusa sin fondo. Cuando por fin decides EL OUTFIT, ese que te hace tilín, resulta que quieres volver a esa imagen que viste antes... y claro, retrocede tú ahora entre 27 pestañas de inspiración infinita.
La Compra Online: ¿El Paquete Llegará a Tiempo?
¡Pero lo tenemos! Outfit decidido. Ahora, a recrear con lo que hay en el armario. Te sientas frente al armario y empiezas a mirar, y posteriormente a sacar… esta camisa. No te convence. Coges otra. Tampoco. ¿Y esa que no usas desde 2022? Pues por algo será: descartada.
Y ahí te das cuenta de que quieres recrear tal cual lo que viste en Pinterest. Pero nada cuadra. Entonces pasamos al plan B: vamos a ver qué hay en las tiendas... pero por las apps, nada de ir a una tienda física. Navegando no solo encuentras algo parecido, ¡encuentras medio armario nuevo! Todo te entra por el ojo. Es como llegar al Jardín del Edén, pero versión textil.
Y ahí estás, con el dilema existencial: ¿Me quedo con lo que vi o cambio la idea entera? Ya llevas dos horas perdidas… pero vuelves a empezar. No te rindes. Te gusta sufrir y, además, pareces confiada y, cómo no, arriesgada. Te visualizas con el look nuevo. Te lo ves. Lo compras. Así, sin pensarlo dos veces.
Llega. Lo abres. Te lo pruebas. Y al final, ni camisa ni pantalón. Eliges un vestido. Y claro… no era como esperabas. El tejido, más rígido de lo que parecía en la foto. Tú pensabas en algo fluido, sueltecito, con caída… porque yo no tengo por costumbre mirar la composición, pero siempre creo que mi vista es como esas IAs de ahora, que tienen rayo láser y son capaces de deducir el tipo de tejido. Pero no. Resulta que me queda como un embutido chic.
Cómo disimular una "mollita" cuando el outfit no es perfecto
Y ahí viene la gran pregunta: ¿cómo disimulo esta mollita?
Porque poder, te lo puedes poner. Pero ¿quedarte bien? Bien no queda. Y tú ya lo sabes. Y ahí empieza ese momento de tensión y microcrisis personal. El reloj corre y tú te pruebas el vestido como seis veces. Por la mañana, por la tarde, con otra luz, con otra ropa interior… como si mágicamente fuera a cambiar.
Si fuese un evento de noche, ahí te puedes escudar en eso de “de noche todos los gatos son pardos”… ¿Cómo era el refrán? Da igual. Pero el evento es de día. Solazo, luz natural y cero filtros. Y tú sin un outfit que te salve.
Te pones en modo victimista —o yo lo hago— y empiezo a pensar por qué me pasa esto a mí. ¿Por qué a última hora? ¿Por qué ese vestido que en la foto era LA BOMBA ahora parece hecho por tu peor enemiga?
Y claro, no tienes tiempo de más.
Soluciones Realistas: El Vaquero Perfecto y Consejos para Eventos
¿Qué harías tú? Yo, por suerte, tengo un as bajo la manga: mi vaquero perfecto. El de siempre. El más visto. El que ya tiene historia, kilometraje y estilo sin pretensiones. Lo combino con alguna camisa un poco más arregladita y, en los pies, o tacones o botines. Eso nunca falla.
¿Voy como quería? No.
¿Me siento diva? Tampoco.
¿Voy al evento? Sí.
Pues ya está.
Consejo final de amiga:
Si el evento es importante o realmente te importa cómo vas a ir, elige la ropa con una semana de antelación. Pruébatela, mírala con todas las luces posibles, haz pruebas, cálzate.
Si no, ya sabes: acabarás recurriendo a lo de siempre. Y con suerte… que ese vaquero aún te quede bien.
Y ahora que se acerca Semana Santa, ya sabes: ¡no esperes! Hay muchas chicas que ya están enseñando posibles outfits por TikTok y Pinterest. Yo no sé vosotras, pero en Andalucía, el Domingo de Ramos es sagrado en todos los sentidos. Y por tradición, hay que estrenar ropa.
El resto de los días… como tú quieras. Pero eso sí: arreglada, sí debes ir. Guapa ya lo eres, eso está claro. Pero no te pongas el chándal ni el pantalón socorrido. O ese abrigo tan versátil pero que tiene alguna pelotilla...
—“¡Pero es de este año!”
—Sí, amiga, pero tiene pelotillas.
Y eso no está bonito.
Te dejo un poco de INSPO para que no caigas como yo y cojas el vaquero. Hay más opciones… creo 😅
Tiktok enlaces:
0 Comentarios
¿Tienes algo que decir? ¡Recuerda! siempre con respeto