TikTok y su Búsqueda de Recetas "Misión Imposible"

¿A cuántos de nosotros no nos ha pasado que, en medio de la semana, no sabemos qué cenar, y de repente nos da por buscar una receta rápida, fácil y, además, sana? 

Entras en TikTok y aparecen 20 mil videos de la misma receta, pero con mil variantes. Y no, no puedes evitarlo: siempre eliges la más vistosa, la más bonita, la que parece que podría ser el plato de un restaurante gourmet. Te juro, cuando veo esas recetas, me da la sensación de que estoy a punto de hacer magia en la cocina.

Entonces, allá vas, te armas de valor y buscas los ingredientes. Como son recetas fáciles, seguro que los tienes en casa, ¿verdad? Pero no, ahí es cuando empieza la aventura. Si no los tienes, y ya se te metió la receta en la cabeza, vas y compras lo que te falta. Te aseguras de tener todo lo necesario, porque claro, si es fácil y rápido, debe ser un éxito, ¿no?

Recetas en TikTok: El Reto de Seguir el Ritmo y Lograr el Éxito

Hasta ahí todo bien, pero el verdadero reto viene cuando empiezas a hacer la receta. Dependiendo del video, la cosa puede ir de fácil a casi una misión imposible. Porque claro, hay algunos videos que ni siquiera ponen los ingredientes en el texto, y te toca ir parando cada dos segundos para ver qué demonios están haciendo. Es como un juego de "a ver si puedes seguir el ritmo".

Y cuando finalmente lo tienes todo listo… algo no sale bien. No se ve como en el video. Esa receta que pensabas que iba a ser un éxito total termina siendo un "fail" en toda regla. Entonces, vas a los comentarios en busca de consuelo, y entre todo el caos, encuentras algo como: “Ay, es que hay que añadir esto al final”, y tú te quedas pensando: “¿Y eso de dónde salió? ¡Yo no lo vi en ningún lado!” Y claro, después de tanto esfuerzo, la receta no sale perfecta y te sientes como si fueras la primera eliminada de MasterChef. ¡Qué ridícula que eres!

Postres Caseros: El Placer de Intentar y Fallar, Pero Seguir Intentando

Pero, ¿sabes qué? Aunque muchas veces me ha pasado que las cosas no salen como esperaba, al día siguiente ya estoy otra vez metida en la cocina, buscando otra receta, otra versión. ¡No aprendo nunca!

En mi caso, las recetas que más me gustan son las de los postres. Será porque se me dan mejor (o eso quiero pensar). Aunque a veces el resultado se parezca más a una piedra que a un pastel, siempre le echo cacao, y me imagino que estoy comiéndome el mejor donut del mundo o la tarta de chocolate más deliciosa. A veces, el sabor lo compensa todo. ¡Y aunque no salga perfecto, la satisfacción de haberlo intentado siempre está ahí!

Otro día os hablo de algunas de esas recetas... ¡No tienen desperdicio!